viernes, septiembre 22, 2006

.:: Antonio Caro ::.

Aparece en la sala del Banco de la República: "Buenas noches, mucho gusto...". Mientras saluda otras personas y asistentes creo que Antonio Caro es un ser tan cotidiano que no cuenta con esa pretensión característica de los famosos maestros. Bajo esa mirada no es de creer que sea una de las figuras más notables del arte conceptual de latinoamérica en los últimos tiempos.
Por ahora es mejor prestar atención a todo lo que dice y su forma de expresarlo.
Mueve la mesa, quita la jarra, el agua y altera todo lo que para él se había ordenado: sus vectores constantes son la alteración, la diferencia y la renovación en una actitud creativa en pepetuo cambio. Sinembargo su modo de ser igual a su creación es tan sencillo y austero como sus camisetas cuello redondo, siempre con estampas que impelen todo el aparato perceptor a una rápida interpretación y a una conclusión inteligente.
Eso sí, quien pase por el escaneo de sus pequeños ojos de mirada inquieta y que ahonda subconcientes, tendrá que reconocer que con justicia se ha hablado de él como genio del arte y la gráfica en la colombia contemporánea.
Antonio Caro: sencillo y profundo en reflexión y lo bastante prolífico en producción personal como para reivindicar la libertad de acción, de pensamiento y de lucha en defensa del talento en un entorno como el nuestro en el que vale más aparentar que ser.

lunes, septiembre 11, 2006

.:: Arcaísmos ::.

Mirar al espejo y ver que los cambios surgen desde el interior, desde el alma hacia afuera: el ojo es la puerta por la cual los habitantes de las profundidades de la memoria cruzan hasta nuestros dominios, en intercambio de experiencias. Algunas son tan vívidas que podemos ver en nuestra mente como la imagen del futuro vá por dentro.
Desnudos con la piel helada aguantando la visión ajena, sintiendo como cobra vida nuestro organismo en la descomposición de la materia muerta. Con férrea voluntad podremos descubrir el velo de la verdad y ver en una sola imagen todas las circunstancias.

sábado, septiembre 09, 2006

.::: Algunos acercamientos, desde el oficio, a la creatividad :::.

La presente es una oportunidad de expresar sentimientos emanados del recorrido a través del día a día en la ciudad y sus recovecos. Implica el recuento del oficio y la vida misma, el pensar constante, la intermitente labor en el taller, la proyección de las representaciones por medio de las herramientas, las vivencias, las experiencias, los puntos de vista reconocidos y los resultados obtenidos, entre otros aspectos.

Aunando los elementos estimamos necesario hacer una serie de nombramientos para poder dimensionar un fragmento de las situaciones que pueda estar cruzando por la mente de cualquier individuo que asuma un papel como tal en nuestros días. En estas relaciones entran los que hacedores, los conocedores no sólo de la comunicación, la filosofía ó el diseño, sino de cualquier otra ciencia, disciplina, arte, oficio ó modo de sobrevivencia hoy en día.

Y tales invocaciones son a conceptos primigenios como la idea, la visualización, la comprensión, el sentido, la repetición, el ritmo, el estímulo, la estrategia, la respuesta, el uso, la recursividad, la creatividad, la innovación, el desarrollo, el punto de vista.

Seamos flexibles y verifiquemos que tan grande, pequeño, profundo ó superficial es, o puede llegar a ser, nuestro entendimiento. Todas ellas (las palabras a las que nos hemos remitido) se extractan de una imagen mental que representa un estado de cosas en concreto.

Desde la humanidad primera hasta el día de hoy, la imagen ha sido el centro de atención y la verdad absoluta. Mitificada, simbolizada, representada, estructurada al antojo del ser humano ó vivificada por suerte de una conciencia universal (el azar de un modo u otro) transmite a quien la vé todo un sentido, una dirección en que la información (como se concibe hoy día: poder, conocimiento) queda desvalida ante un registro sencillo del comportamiento de la naturaleza: un fenómeno natural, una corrección de postura del planeta ó cualquier otro suceso incontrolable.

Esa es la crisis del creador, del genio: cuando una imagen nos significa, nos muestra de manera inmediata, como en la vertiginosa visión de un "aleph", lo que no conocemos pero necesitamos ver; el problema viene luego, cuando sea para otras cosas como idear, representar y simbolizar.